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Navidad

Navidad

No necesitas creer en las Madres Divinas, unas deidades femeninas veneradas en el Noroeste de Europa al principio de nuestra era para disfrutar de la tradición de las festividades navideñas.

No necesitas creer en Odín o Jólnir, (“figura navideña” del Antiguo Nórdico), para disfrutar de los cánticos navideños, el árbol de navidad, el jamón de la cena navideña y demás favoritos de la época.

No necesitas creer en Saturno para celebrar los Saturnales, con días de fiestas del colegio, intercambio de regalos y festividades.

No necesitas ser un creyente del culto a Nicolás (que es una transformación de Odín, quien cambió su apariencia mediterránea, se dejó crecer la barba, se montó en un caballo volador, cambió la fecha de la visita para diciembre y se puso pesada ropa de invierno), para disfrutar la tradición de un visitante que trae regalos en la noche.

No tienes que creer en Pascua Epifanía, la fémina italiana, también llamada la Madrina, para llenar los colgantes calcetines de los niños con regalitos de Navidad.

No tienes que creer en Odín o en el Sol Invicto para llevar a cabo las festividades de diciembre el día 25.

Y no tienes que creer en Jesucristo para disfrutar la tradición de cambiar los nombres a festividades antiguas, centrarlas ahora alrededor de Cristo y llamarlas Navidad.

Todo lo que necesitas para disfrutar de estas festividades antiguas es estar alegre. Así que ¡Feliz Navidad!

 

Voto al Senado

Voto al Senado

Propuesta de Voto Nulo al Senado

PAPA, S.A.

PAPA, S.A.

Despedida



El sábado 25 de junio nos dejó una  persona excepcional, amante de la naturaleza, experto conocedor del mundo de los pájaros, aficionado a la fotografía, a la observación de la naturaleza, a la historia, a las humanidades, a la lectura, una persona que siempre nos supo transmitir su pasión por la vida y su entusiasmo,-  el mismo se definió a sí mismo un apasionado de la vida y del conocimiento - y que con su humanismo y erudicion se sobrepuso a la época de oscurantismo y oscuridad que le tocó vivir en sus tiempos de juventud, esos tiempos en los que los libros que no se podían leer se tenían que facilitar en la trastienda de las librerías.
 
 Cuantos lo conocímos quedábamos boquiabiertos y fascinados por la amenidad de sus temas de conversación: tan pronto hablaba de las grajillas troqueladas de Lorenz, de los peces de Timbergen o de la danza de las abejas de Karl Von Frish, como de  la curiosa evolución de la polilla del abedúl y  de los pinzones de las Galápagos, el fraude de Piltdown .. tambien describia la España de los Moriscos, los ensayos de Unamuno, Marañon, a la antropología de Caro Baroja pasando por el Carnaval de la Granada de la Republica para llegar a la poesía de García Lorca.
 
Todo un profesional de la medicina, difícil era que no acertara en su diagnostico. Siempre al día de los últimos avances en investigacion, escéptico ante las novedades sacadas al mercado por los laboratorios,  - me viene ahora a la memoria el caso de la talidomida (gracias a el mi hermana pequeña nació con brazos) - e igualmente escéptico ante la medicina milagrosa: cuando alguien le aseguraba que determinado medicamento curaba sin efectos secundarios siempre contestaba lo mismo: "entonces no puede curar nada porque no sirve para nada: todo medicamento  siempre es un veneno". Su intuición,  inteligencia y enormes conocimientos le bastaban para atisbar las causas de cualquier enfermedad. Jamás presumió de ello, su natural modestia se lo impedía, en un mundo en el que los charlatanes y fanfarrones del gremio acaparaban el mercado de la fama y el reconocimiento social.
 
Habría para hablar mucho mas de alguien que, como él, siempre amó la vida y a los suyos por encima de todas las cosas,  de alguien a quien en los últimos tiempos  observaba, impotente, cómo poco a poco se iba apagando, cómo  soportaba estoicamente el sufrimiento y, aun cuando su cuerpo dejaba de responderle, con el único arma de su tesón y voluntad de hierro, encontraba siempre  las fuerzas necesarias para aferrarse a la vida, hasta que ayer llego el momento en que no pudo resistir mas, el de su último suspiro.
 
Esa persona era mi padre, el mejor padre que jamas alguien hubiera podido tener, una persona a la que nunca olvidaré.
 
Muchas gracias por todo, Papa!

Teresa de calcuta madre del infierno

Teresa de calcuta madre del infierno


Angel del Infierno



LA MADRE TERESA DE CALCUTA



El solo nombre de la Madre Teresa de Calcuta, nacida en Skopje (Yugoslavia) de origen albanés como Agnes Gonxha Bojaxhiu (1910-1997), es desde hace mucho tiempo sinónimo de la compasión por los más pobres entre los pobres. En 1950, la Madre Teresa creó la congregación de las Misioneras de la Caridad. En 1975 recibió la Medalla Ceres de la FAO (Organización de la Agricultura y la Salud de la ONU), y en 1979 el Premio Nobel de la Paz. Después de su muerte, entró en la vía rápida hacia la beatificación gracias a las gestiones del Papa Juan Pablo II. Sin embargo, no es bondad todo lo que reluce.

En 1995, el periodista británico Christopher Hitchens produjo un documental sobre a Madre Teresa que él quiso titular Sacred Cow (Vaca Sagrada), pero salió al aire como Hells Angel (se trata de un juego de palabras: Hell Angels o Ángeles del Infierno es el nombre de una legendaria pandilla de motorizados; Hells Angel significa El Ángel del Infierno). Ese mismo año, Hitchens publicó el libro The Missionary Position: Mother Teresa in Theory and Practice (Verso, 1995). Sus investigaciones mostraron una realidad muy distinta a la imagen idílica de la Madre Teresa y su orden.

Una entrevista a Hitchens apareció en Free Inquiry (16:4, Otoño de 1996). Debido a su longitud, a continuación se sintetizan los aspectos más relevantes. Más abajo aparece la traducción de un artículo de Susan Shields, ex-monja de las Misioneras de la Caridad, quien habla de sus ideales y su desengaño.

Puntos más importantes de la entrevista a Christopher Hitchens, autor de The Missionary Position: Mother Teresa in Theory and Practice Tomado de Free Inquiry (16:4), Otoño de 1996 (publicación del Council for Secular Humanism, New York) -

Hitchens afirma que los recursos amasados por las Misioneras de la Caridad son gigantescos, pero nunca han sido auditados. Sus cuentas bancarias están todas fuera de la India, pues las leyes de ese país exigen información sobre los fondos de las organizaciones misioneras extranjeras. Tan sólo en una de estas cuentas habría más de 50 millones de dólares. - Sin embargo, estos fondos no tienen efecto alguno en la atención a los pobres entre los pobres.

El propósito fundamental de este dinero, proveniente de donaciones, es incrementar el tamaño y poder dogmático de la orden en el mundo: tiene conventos en 120 países. - La Madre Teresa aceptó más de un millón de dólares donados por el estafador de la entidad Lincoln Savings and Loans, conociendo perfectamente su origen fraudulento. - Las condiciones en los hogares de la orden son extremadamente primitivas. No se permite aliviar el dolor, ya que el sufrimiento de los pobres es bueno a los ojos de Dios. Aunque los pacientes van en busca de alivio, la Madre Teresa nunca proclamó que el objetivo fuese curar.

Sin embargo, ella y sus sucesoras siempre han estado conscientes de que casi todas las donaciones que reciben están motivadas por esa falsa impresión. El propósito de los hospicios de las Misioneras de la Caridad es ayudar a bien morir: se busca activamente la autorización de los agonizantes para bautizarlos. - A pesar de que Dios ve con buenos ojos el sufrimiento, la Madre Teresa siempre se atendió en los mejores hospitales de tipo occidental y recibió los tratamientos (y anestesias) más modernos.

La Madre Teresa apoyó a la familia del dictador Duvalier de Haití, cuando visitó ese país; afirmó que los Duvalier amaban a los pobres. También alabó al tirano comunista de Albania, Enver Hoxha. En palabras de Hitchens, prefería lamer los pies de los ricos en lugar de lavar los pies de los pobres.

La Madre Teresa trabajó incansablemente para propagar las versiones más extremas del conservadorismo católico.

Intervino en el referendo sobre el divorcio en Irlanda para que este no fuese permitido... Pero aprobó el divorcio de la princesa Diana de Gales, con quien se encontró varias veces (declaró a la revista Ladies Home Journal que así iba a ser más feliz). Según Hitchens, si una mujer quiere divorciarse de un alcohólico que abusa sexualmente de sus propios hijos, no hay perdón en esta vida ni en la otra. Pero una princesa está por encima de todo esto.

Los puntos de vista de la Madre Teresa, típicos del siglo IX (nueve), la convirtieron en una figura incómoda para el Vaticano; pero fue rápidamente adoptada como poster girl (palabras de Hitchens) cuando se hizo popular durante los años 70. A pesar de esto, ella se opuso durante toda su vida a la reconsideración de la doctrina católica emanada del Concilio Vaticano II (1962-65).

En Calcuta deploran la imagen de su ciudad proyectada por la orden de la Madre Teresa. Si bien existe mucha pobreza, como en todo el mundo subdesarrollado, se trata de una metrópoli dinámica y cosmopolita, con una activa vida económica y cultural.

Cuando el documental Hells Angel se trasmitió en el Reino Unido muchas personas llamaron para protestar, empleando casi siempre los mismos argumentos e incluso las mismas palabras, lo que hizo evidente que se trataba de una campaña bien orquestada. Sin embargo, un número récord de personas llamó para alabar el programa.

Ninguno de los que atacaron el documental, incluyendo críticos de prensa, se refirió a lo fidedigno de su contenido. En otras palabras, lo que se reprochaba a Hitchens no era la realidad de lo señalado en el programa, sino el hecho mismo de atreverse a demoler un mito muy estimado. Incluso personas no afectas a la religión adoptaron esta postura. - Hells Angel jamás ha sido proyectado en los Estados Unidos. Ningún canal se atreve a hacerlo.

La casa de ilusiones de la Madre Teresa Por Susan Shields Traducido de Free Inquiry (18:1), Invierno 1997-98 (publicación del Council for Secular Humanism, New York) Algunos años después de que me convertí en católica, me uní a la congregación de la Madre Teresa, las Misioneras de la Caridad. Fui una de sus hermanas durante nueve años y medio, viviendo en el Bronx (Nueva York), Roma y San Francisco, hasta que me desilusioné y me retiré en mayo de 1989. Mientras me reintegraba al mundo, comencé a desenredar lentamente la maraña de mentiras en la que había vivido. Me preguntaba cómo las podía haber creído durante tanto tiempo.

Tres de las enseñanzas de la Madre Teresa que son fundamentales para su congregación religiosa son igual de peligrosas, por ser creídas tan sinceramente por sus hermanas.

La más básica es la creencia de que mientras una hermana obedece, está cumpliendo la voluntad de Dios.

Otra es que las hermanas tienen alguna ventaja frente a Dios por haber escogido sufrir. Su sufrimiento hace a Dios muy feliz; entonces, Él dispensa más gracias a la Humanidad.

La tercera es el credo de que cualquier atadura a los seres humanos, incluso a los pobres que están siendo servidos, supuestamente interfiere con el amor a Dios y debe ser activamente evitada o inmediatamente extirpada. Los esfuerzos para prevenir todo vínculo producen un continuo caos y confusión, movimiento y cambio en la congregación.

La Madre Teresa no inventó esas creencias estas prevalecían en las órdenes religiosas antes del Concilio Vaticano II, pero ella hizo todo lo que cabía en su poder (el cual era inmenso) para aplicarlas.

Una vez que una hermana acepta estas falacias, será capaz de hacer casi cualquier cosa.

Permitirá que su salud se destruya, descuidará a aquellos a quienes ha jurado servir, y sofocará sus sentimientos y pensamientos independientes. Podrá hacerse de la vista gorda al sufrimiento, dar información sobre sus compañeras, decir mentiras con facilidad, e ignorar las leyes y regulaciones públicas.

Mujeres de muchos países se unieron a la Madre Teresa con la expectativa de que podrían ayudar a los pobres y acercarse más a Dios. Cuando me fui había más de 3.000 hermanas en aproximadamente 400 hogares regados por todo el mundo. Muchas de esas hermanas, que confiaban en la guía de la Madre Teresa, se han convertido en personas destruidas. Ante la abrumadora evidencia, algunas han admitido finalmente que su confianza ha sido traicionada, que Dios no podría dar las órdenes que reciben. La decisión de irse es difícil para ellassu autoconfianza ha sido abatida, y no tienen educación más allá de la que trajeron cuando se unieron al grupo. Yo fui una de las afortunadas que reunieron suficiente coraje para marcharse.

Es con la esperanza de que otras vean la falsedad de su presunto camino a la santidad que cuento algo de lo que sé. Aunque hay relativamente pocas personas tentadas a ingresar en la hermandad de la Madre Teresa, hay muchos que han apoyado generosamente su trabajo porque no están al tanto de cómo sus torcidas premisas ahogan los esfuerzos por aliviar la miseria. Inadvertidos de que muchas de las donaciones permanecen sin uso en cuentas bancarias, ellos también son defraudados al pensar que están ayudando a los pobres. Como Misionera de la Caridad se me asignó registrar las donaciones y escribir las respectivas cartas de agradecimiento. El dinero llegaba a una velocidad frenética. Usualmente, el correo traía las cartas en sacos. Con regularidad extendíamos recibos por cheques de 50.000 dólares y más. Algunas veces un donante llamaba para preguntar si habíamos recibido su cheque, esperando que lo recordáramos fácilmente a causa de su elevado monto. ¿Cómo decirle que no podíamos recordarlo, porque habíamos recibido tantos que eran aún más grandes? Cuando la Madre Teresa hablaba públicamente nunca pedía dinero, pero ella alentaba a la gente a hacer sacrificios por los pobres, dar hasta que doliera.

Muchos lo hicieron y se lo dieron a ella. Recibimos cartas conmovedoras de personas, aparentemente pobres ellas mismas, que estaban haciendo sacrificios por enviarnos un poco de dinero para la gente que pasaba hambruna en África, las víctimas de las inundaciones en Bangladesh, o los niños pobres de la India. Casi todo ese dinero se quedó en nuestras cuentas bancarias. El aluvión de donaciones se consideraba una señal de la aprobación de Dios hacia la congregación de la Madre Teresa. Nuestros superiores nos decían que recibíamos más dádivas que otros grupos religiosos porque Dios estaba complacido con la Madre, y porque las Misioneras de la Caridad eran las hermanas más fieles al verdadero espíritu de la vida religiosa. La mayoría de las hermanas no tenía idea de cuánto dinero estaba amasando la congregación. Después de todo, se nos decía que no debíamos guardar nada. Un verano, las hermanas que vivían en las afueras de Roma recibieron más cajas de tomates de lo que podían distribuir. Ninguno de sus vecinos los querían, porque la cosecha había sido muy abundante ese año. Las hermanas decidieron enlatar los tomates en lugar de dejarlos pudrir, pero cuando la Madre se enteró de lo que habían hecho se disgustó mucho. Almacenar cosas mostraba falta de confianza en la Divina Providencia. Las donaciones llegaban y eran depositadas en el banco, pero no tenían efecto alguno en nuestras ascéticas vidas y muy poco efecto en las vidas de los pobres a quienes tratábamos de ayudar. Vivíamos existencias simples, desprovistas de todo lo superfluo. Teníamos tres juegos de vestidos, que remendábamos hasta que el material estaba demasiado dañado para colocarle más parches. Lavábamos la ropa a mano. También las interminables pilas de sábanas y paños de nuestro refugio nocturno para la gente sin hogar. Nuestro aseo se hacía con un solo cubo de agua. Los chequeos médicos y dentales eran considerados un lujo innecesario. A la Madre le preocupaba mucho que preserváramos nuestro espíritu de pobreza. Gastar dinero habría destruido esa pobreza. Ella parecía obsesionada con el hecho de usar sólo los medios más simples para nuestro trabajo. ¿Iba esto en el mejor interés de la gente a la que estábamos tratando de ayudar, o estábamos de hecho utilizándolos a ellos como una herramienta para elevar nuestra propia santidad?

En Haití, con el fin de mantener el espíritu de pobreza, las hermanas reutilizaban las agujas hipodérmicas hasta que se volvían romas. Viendo el dolor que causaban estas agujas gastadas algunos de los voluntarios ofrecieron conseguir otras nuevas, pero las hermanas se negaron. Mendigábamos comida y suministros a los comerciantes locales como si no tuviésemos recursos. En una de las raras ocasiones en que se nos acabó el pan donado, fuimos a mendigar a la panadería local. Cuando la solicitud fue negada, nuestra superiora resolvió que el dispensario podría funcionar sin pan por ese día. No era sólo a los comerciantes a quienes se ofrecía la oportunidad de ser generosos. A las aerolíneas se les solicitaba que trasladaran hermanas y carga sin costo. Se esperaba que hospitales y doctores absorbieran el importe de los tratamientos médicos de las hermanas, o que los cubrieran con fondos dispuestos para instituciones religiosas. Se inducía a los trabajadores a laborar sin pago o con tarifas reducidas. Dependíamos fuertemente de voluntarios que se afanaban largas horas en nuestros comedores, refugios y campamentos. Un granjero que trabajaba muy duro dedicó muchas de sus horas de vigilia a colectar y distribuir alimentos para nuestros comedores y refugios. Si yo no vengo, ¿qué comerán ustedes?, preguntaba. Nuestra ordenanza nos prohibía pedir más de lo que necesitábamos, pero cuando se trataba de pedir, los millones de dólares que se acumulaban en el banco eran tratados como si no existieran. Durante años tuve que escribir miles de cartas a donantes, diciéndoles que toda su dádiva sería empleada para llevar el compasivo amor de Dios a los más pobres entre los pobres. Fui capaz de mantener a raya las quejas de mi conciencia porque se nos enseñó que el Espíritu Santo estaba guiando a la Madre. Dudar de ella era un signo de falta de confianza y, aún peor, nos hacía culpables del pecado de orgullo. Guardé mis objeciones y esperaba que algún día entendería por qué la Madre quería amontonar tanto dinero, cuando ella misma nos había enseñado que incluso guardar salsa de tomate mostraba falta de fe en la Divina Providencia.

(Traducción: Sami Rozenbaum)

Analogías entre el cristianismo y las religiones mistéricas. Reflexiones de Semana Santa

Analogías entre el cristianismo y las religiones mistéricas. Reflexiones de Semana Santa


A nadie se le escapa la enorme similitud entre distintas religiones separadas en el tiempo y el espacio. El caso de las religiones americanas precolombinas quiebra la idea del “contagio cultural” o del sincretismo religioso. Todas las mitologías de las grandes civilizaciones agrícolas se han construido en torno al mito-base, el Mito Ctónico-Solar. Cielo, Tierra, Fuego, Sol y Luna los encontramos ineludiblemente como elementos deificados de casi todas las grandes teogonías orientales y precolombinas. Sin embargo, por estos foros se percibe mucha arrogancia, la de quienes cierran los ojos a la simple evidencia y se niegan en redondo a reconocer que su propia teología ha sido construida y fraguada con los mismos materiales de las restantes.

Ciertas corrientes de índole ecumenista quieren percibir en este fenómeno una revelación divina de sus misterios a todos los pueblos de la Tierra que, con los medios culturales a su alcance, han percibido estas básicas “verdades”, aunque – como no podía ser de otro modo – solo un pueblo es el que ha captado adecuadamente el mensaje y revelación divina, el hebreo primero y los miembros de las sectas cristianas después. Este argumento es una pura perogruyada, aparte de los prejuicios culturales que lleva implícitos. Sin duda, los fenómenos meteorológicos, los ciclos solares y climáticos son idénticos en las franjas templadas del planeta. Aquellas formaciones sociales que han adquirido un determinado nivel de desarrollo económico en torno a la agricultura y la ganadería han comprendido la importancia y relevancia cotidiana de los ciclos solares y lunares, de los procesos y cambios estacionales, de la observación de los astros y planetas, de la fertilidad de la tierra, del invierno que antecede a la primavera, etc. Pero el único modo de representarse ese elenco de fenómenos era el mitológico.

La Rama Dorada de Frazer tiene un valor de descripción comparada inmenso. Otro libro de Pierre Sainttves, “Las Madres Vírgenes y los Embarazos Milagrosos” nos da la clave del valor que atribuían los antiguos a la fecundidad y en este contexto el mito de la madre virgen que concibe al hijo de Dios, reproducido miles de veces en muy distintos contextos mitológicos, es el de la prueba de su filiación divina. Las estirpes de los emperadores chinos, considerados como hijos del cielo, se inician mediante la concepción virginal y divina de los fundadores de las dinastías. Por otro lado, el mito de Cristo se circunscribe en el mito del dios joven, del dios de la vegetación, sufriente y efímero, que muere para luego resucitar. Detengámonos a examinar los misterios básicos.

LA TRINIDAD. La única referencia trinitaria de los Evangelios la podemos encontrar en Mateo 28,19: “Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Tampoco es nada extraño si tenemos en cuenta que dicho Evangelio fue escrito aproximadamente sobre el año 90 en Egipto y que fueron las comunidades cristianas de Oriente las que lo impulsaron y defendieron de la mano de los primeros apologistas cristianos, fundamentalmente, de Tertuliano quienes difundieron e impulsaron definitivamente el dogma de la Santísima Trinidad.

Pero como siempre, el cristianismo no ha aportado innovación religiosa original alguna. La religión cristiana nunca ha sido una religión monoteísta al modo de la judía o la islámica. Muy por el contrario, ha sido una de las religiones mas politeístas de la historia, ha preservado y conservado las divinidades locales bajo el manto de las advocaciones, ha impulsado por doquier el culto a los santos o dioses menores y en esta cuestión no iba a ser menos.

La estructura teológica trinitaria tiene la ventaja de reproducir los ciclos de la naturaleza mediante el mecanismo de la asociación de los elementos naturales como personificaciones divinas. La Tierra, los Celos, las Aguas, el Sol. la Luna, el Día, la Noche, la Lluvia, las Plantas, los Animales, el Viento, el Fuego... todos estos elementos, que tan directa incidencia tienen en la vida cotidiana, fueron divinizados, sometidos a la acción de distintos entes creadores.

Egipto, como venía diciendo, ha sido pródigo en la formulación de cosmogonías trinitarias. Desde la cosmogonía de la era menfita (3.000 a 1.500 a.c.) que Incluía al Ptah, Dios Padre y Creador del mundo por medio de su corazón y de su lengua, a Sekhmet, esposa de Ptah y a Nefertum, el hijo de ambos, hasta la tríada tebana del Imperio Medio, compuesta por Amón, su consorte Mut y du hijo Khons y, finalmente, la tríada osiríaca compuesta por Osiris, Isis (esposa) y Horus (Hijo), por no hablar de otras muchas mas tríadas como Geb, Nut y Neftis, Knef, Fre y Ftah, etc

Curiosamente, las cosmogonías egipcias son familiares y reproducen indefectiblemente el esquema padre-madre-hijo. La trinidad católica, por su parte, expulsa a la diosa madre de uno de los vértices trinitarios. Oficialmente, el culto católico a la diosa madre es subsidiario con respecto al que corresponde a las divinidades centrales aunque, no obstante, encuentra su espacio propio a la hora de integrarse en trinidades autónomas y subalternas, tal y como sucedería con “La Sagrada Familia”

LA DIOSA MADRE VIRGEN: Si ha habido una obsesión que siempre ha rondado a los pueblos antiguos, esta ha sido la de la fertilidad. Mientras la fecundidad ha sido siempre interpretada como una prueba de amistad de los dioses, su contrario, la esterilidad, ha provocado en los hombres mas bien un profundo espanto y consternación. Los pueblos mas antiguos acabaron atribuyendo a la fecundidad un valor mágico que podía inducirse mediante el contacto con ciertos objetos. En Asia Oriental fue común el culto a las piedras por sus propiedades fecundantes, entre las tribus tártaras, en la India y en América se atribuyeron esas mismas propiedades mágicas a las aguas. También se le han adjudicado atributos fertilizantes a las plantas, a las lluvias y a los vientos y, finalmente, a los rayos del sol. La mitología comparada se encuentra repleta de sucesos milagrosos acaecidos por la intervención de los distintos agentes de la naturaleza. El pensamiento analógico, propio de las comunidades primitivas, confirió propiedades fecundantes, también para las mujeres, a esos mismos agentes que hacían a la naturaleza fructífera, rica y copiosa.

La teogamia cristiana la podríamos inscribir en el grupo de las teogamias solares. La analogía de la que se vale la Iglesia Católica para explicar la fecundación de María la Virgen, “la sustancia divina penetró en ella del mismo modo que un rayo de luz atraviesa el cristal de un espejo”, es propiamente solar. Entre los antiguos hindúes, la novia debía mirar el sol en la ceremonia del matrimonio, y esta exposición a sus rayos se llamaba precisamente el rito de la concepción. El linaje de los antiguos emperadores chinos se remitía a la concepción virginal de sus antepasados, necesaria para serles atribuido el rango de hijos del cielo. Por otra parte, la virginidad de la madre del dios interviene en todos los sistemas mitológicos como la base misma en la que se funda la filiación divina de los dioses.. El “Lalita-Vistara” afirma, a propósito de Buda, que ninguna otra mujer , mas que una virgen, era digna de llevar al primero de los hombres (curiosamente fueron exactamente las mismas palabras que utilizaría San Jerónimo contra Helvidio en relación a la virginidad de María). Según esta leyenda, el Bodhisatva descendió de la magnífica morada del Torchita, conservando la memoria y la sabiduría, y penetró en el vientre de su madre por el costado derecho bajo la forma de un pequeño elefante blanco con seis colmillos y la cabeza de color cochinilla. Los lugares de la penetración de la sustancia divina fecundante así como de su nacimiento de las vírgenes madres de los dioses varían, evitándose la vía genital en cualquier caso: el gran Yu salió a través del pecho de su madre, Sié por la espalda y Heu-tsí por la vía normal, aunque permaneciendo esta cerrada. San Agustín, San Efrem, Agobardo y el breviario de los Maronitas sostenían que la Virgen María había concebido a través de una de sus orejas.

LAS CONMEMORACIONES DE LA PASIÓN (LA SEMANA SANTA): A que no sabías que la Semana Santa ya la celebraban, antes que los cristianos, los paganos de los primeros siglos de nuestra era? Tenían otro nombre, DENDROFORÍA, y la practicaban los devotos del culto frigio al dios Attis (Dios de la vegetación) y a la diosa Cibeles (“Magna Mater” . Las dendroforía tenían lugar durante el equinoccio de primavera, entre el 15 y el 28 de marzo. Durante esos días se celebraba el sacrificio, muerte y resurrección de Attis, un ciclo característico de las divinidades mistéricas orientales (egipcias, persas, sirias, frigias, etc) como Osiris, Mitra, etc.

El día equivalente al Domingo de Ramos se llamaba Canna intrat.. Se iniciaba con un desfile desde el Palatino de los componentes de las principales cofradías destinadas al culto del Dios Attis, los canéforos (portadores de cañas) y dendróforos (portadores de ramas) Representación de la Pasión entonando cánticos conmemorativos de la historia de Attis, cánticos que encendían los ánimos de los seguidores, lo que nos hace recordar nuestras famosas saetas.

El 16 Marzo tenían lugar las Nesteia, un día de abstinencia de pan y vino, de pescado y de carne de ave, acompañado de la meditación sobre el dolor de la Madre ¿no nos recuerda parecido al actual Viernes de Dolores?..

La procesión del 22 Marzo se llamaba Arbor intrat, consistía en una Procesión en la que se sacaba el Pino Sagrado (sustituido mas tarde por la Cruz, aunque la cruz es también un símbolo que significa larga vida, como la cruz egipcia,) adornado con cintas color magenta, violetas e imágenes de Cibeles y Atis.

Al día siguiente, el 23 Marzo se celebraba el Dies Maeroris, día de luto y duelo por la caída del Joven Attis, acompañado por alaridos y golpes de timbal.. Siguiendo la tradición de la Grecia Antigua, los Sacerdotes de Marte, los Salios, desfilaban al ritmo de sus trompetas sagradas y saltaban haciendo entrechocar sus escudos ceremoniales. ¿No nos recuerdan los Romanos de las procesiones? Seguida por una gran procesión de Coribantes.

El equivalente a nuestro Viernes Santo se celebraba el 24 Marzo y se llamaba Dies Sanguinis. El Archigalli (Sumo Sacerdote) danza frenéticamente en torno al Pino Sagrado y al ritmo de los címbalos se flagela con un látigo de cuero guarnecido con pequeños huesos hasta desgarrarse la piel. Los fieles lo imitan al ritmo de un son ensordecedor: se golpean el pecho con piñas, y como ofrenda derraman su sangre en el Árbol Sagrado emanada de los cortes que se infligen en brazos y manos. Los Galli o Coribantes aprovechan esta ocasión para tomar los votos, castrándose con piedras de pedernal y ofreciendo su sangre a la diosa Cibeles. Se conmemora la aflicción de Attis, esposo y a su vez hijo de Cibeles, que se emasculó en acto de sacrificio.

El Domingo de Resurrección se celebraba el 25 Marzo y se llamaba Hilaria, fiesta de regocijo y alegría en honor a Attis, muerto como hombre y renacido esplendorosamente en el tercer día como una mujer, nueva hija de la Divina Madre Cibeles.

El ciclo nacimiento-muerte-resurrección se ha cumplido. Las religiones orientales y mediterráneas celebran los ciclos de la vegetación y sus mitologías personifican la Tierra fértil en una diosa femenina (Cibeles, Astarté, Isis, La Virgen María...) Y la vegetación en el hijo y a su vez el amante de esa Diosa (Attis, Osiris, Mitra, ). Los dioses paganos son necesariamente dioses incestuosos al recoger esa doble relación Tierra-Vegetación donde esta es agente fecundante y a su vez agente fecundado. El cristianismo intenta a toda costa sortear ese incesto acudiendo al dogma de la Santísima Trinidad , pero, por lo demás, no se puede negar su origen mistérico.


LOS MISTERIOS: Curiosamente no es difícil toparse con datos antropológicos de este género en estudios históricos sobre el origen de las Fiestas Navideñas. Aquí los datos arrojados por la mitología comparada son arrolladores: el Mazdeísmo centrado no en su divinidad principal, Ahura Mazda, sino en Mitra, el nacimiento de Horus como la personificación del Sol Naciente, Adonis, Tammuz, Krisna, todos nacidos el 25 de diciembre coincidiendo con el solsticio de invierno. En cambio, los datos que encuentras en los estudios históricos convencionales sobre el origen de la Semana Santa no suelen ir mas allá de la mera historiografía formal: al siglo XVI, a la potenciación del culto a las imágenes como consecuencia de la Contrarreforma, al espíritu del barroco, al origen gremial de las cofradías etc . Encontré estos datos en el artículo de Jaime Alvar sobre los cultos frigios contenido en el libro “Cristianismo Primitivo y Religiones Mistéricas” (pp. 453-477 ed. Cátedra, Madrid, 1995).

En todo caso, el problema con el que nos encontramos a la hora de acceder a los datos sobre los cultos contemporáneos al cristianismo en la Roma Imperial de los primeros siglos es que tras el apogeo del cristianismo y sobre todo tras la época del Teodosio donde todos los cultos paganos son prohibidos es que no tenemos referencias directas, tan solo las que nos dejaron las crónicas de los apologistas cristianos, algunas incluso, en tono burlón, como la crónica que nos presenta Lactancio sobre las ceremonias de la Inventio Osidiris, donde el duelo se transforma en alegría porque Osiris aparece de nuevo. “Nunca se busca suficientemente a Osiris, pues siempre lo pierden, siempre lo vuelven a encontrar” Del mismo modo, se podría decir, en relación a las escenificaciones anuales de la Pasión, que “nunca resucita del todo Jesucristo, pues siempre se muere y siempre vuelve a resucitar”

En todo caso, no siempre podemos buscar una línea de transmisión de contenidos y cultos religiosos. Sabemos que los sacramentos cristianos funcionaban como rituales de iniciación a los distintos cultos mistéricos. Los mitraistas tenían un Dios análogo u homólogo a Jesucristo, Mitra, que nació de una Virgen hizo milagros, murió por el perdón de los pecados y resucitó al tercer día. Según nos informa Frazer en “la Rama Dorada” el lugar Belén estaba situado en el bosque de Adonis, significando Bethlehem “La Casa del Pan”, un nombre muy apropiado para un Dios de la Vegetación. La Madre de Attis fue Nana, una virgen, que le concibió al poner una almendra o una granada bajo su regazo. La práctica de la Eucaristía y de la Confirmación entre los paganos era interpretada por los primeros cristianos como obra de Satanás, como un plagio de sus propios rituales, etc. Los mitraistas confirmaban a sus iniciados atribuyéndoles la categoría de “Miles” (soldados) marcándoles un signo en la frente con un hierro incandescente. Puede ser que el mitraísmo podría llegar a haberse impuesto como religión oficial, su problema fue su carácter sectario, que hizo que este culto estuviera destinado exclusivamente a hombres, excluyendo a la otra mitad de la población.

Pero lo mas interesante de todo es que, al otro lado del Atlántico, los Aztecas practicaban la Eucaristía y estaban muy familiarizados con la doctrina de la Transubstanciación. Con masa de maíz hacían la figura del Dios Vitziliputzli, la consagraban los sacerdotes y, según relata Acosta los repartían y los dában a modo de comunión a todo el pueblo, quienes con emoción gritaban que comían la carne y los huesos de Dios. El relato de la concepción de Quetzalcoalt es también bastante sugerente. El Dios Cibaltonac (estrella brillante) envió un mensajero celeste a la virgen Chimalman para anunciarle que quería que ella concibiese de un modo milagroso.. Chimalman dio a luz a Quetzalcoalt, que luego sería adorado como un Dios del aire.

El Padre Giorgi, orientalista de la orden de los Agustinos, escribía en el siglo XVIII, a propósito de su estancia en el Tíbet:

“Cuando observé que este pueblo ya poseía un dios bajado del cielo (Budha), nacido de una virgen de familia real, y muerto para redimir el género humano, mi alma se turbó y permanecí muy confuso. Puedo añadir que los tibetanos contestaron los ofrecimientos de los misioneros, diciendo: ¿para qué nos vamos a convertir al cristianismo? Si ya tenemos unas creencias idénticas a las vuestras y que además son mucho mas antiguas”

DAVID

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SOLUCION AL ACERTIJO DEL PECECITO

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NACIONALIDAD

CIGARRILLOS

BEBIDA

MASCOTA

1

Amarilla

Noruego

Dunhill

Agua

Gato

2

Azul

Danés

Brends

Caballo

3

Roja

Inglés

Pall Malls

Leche

Pajaro

4

Verde

Alemán

Prince

Café

Pececito

5

Blanca

Sueco

Bluemaster

Cerveza

Perro

 

El  dueño del pececito es el alemán