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Analogías entre el cristianismo y las religiones mistéricas. Reflexiones de Semana Santa

Analogías entre el cristianismo y las religiones mistéricas. Reflexiones de Semana Santa


A nadie se le escapa la enorme similitud entre distintas religiones separadas en el tiempo y el espacio. El caso de las religiones americanas precolombinas quiebra la idea del “contagio cultural” o del sincretismo religioso. Todas las mitologías de las grandes civilizaciones agrícolas se han construido en torno al mito-base, el Mito Ctónico-Solar. Cielo, Tierra, Fuego, Sol y Luna los encontramos ineludiblemente como elementos deificados de casi todas las grandes teogonías orientales y precolombinas. Sin embargo, por estos foros se percibe mucha arrogancia, la de quienes cierran los ojos a la simple evidencia y se niegan en redondo a reconocer que su propia teología ha sido construida y fraguada con los mismos materiales de las restantes.

Ciertas corrientes de índole ecumenista quieren percibir en este fenómeno una revelación divina de sus misterios a todos los pueblos de la Tierra que, con los medios culturales a su alcance, han percibido estas básicas “verdades”, aunque – como no podía ser de otro modo – solo un pueblo es el que ha captado adecuadamente el mensaje y revelación divina, el hebreo primero y los miembros de las sectas cristianas después. Este argumento es una pura perogruyada, aparte de los prejuicios culturales que lleva implícitos. Sin duda, los fenómenos meteorológicos, los ciclos solares y climáticos son idénticos en las franjas templadas del planeta. Aquellas formaciones sociales que han adquirido un determinado nivel de desarrollo económico en torno a la agricultura y la ganadería han comprendido la importancia y relevancia cotidiana de los ciclos solares y lunares, de los procesos y cambios estacionales, de la observación de los astros y planetas, de la fertilidad de la tierra, del invierno que antecede a la primavera, etc. Pero el único modo de representarse ese elenco de fenómenos era el mitológico.

La Rama Dorada de Frazer tiene un valor de descripción comparada inmenso. Otro libro de Pierre Sainttves, “Las Madres Vírgenes y los Embarazos Milagrosos” nos da la clave del valor que atribuían los antiguos a la fecundidad y en este contexto el mito de la madre virgen que concibe al hijo de Dios, reproducido miles de veces en muy distintos contextos mitológicos, es el de la prueba de su filiación divina. Las estirpes de los emperadores chinos, considerados como hijos del cielo, se inician mediante la concepción virginal y divina de los fundadores de las dinastías. Por otro lado, el mito de Cristo se circunscribe en el mito del dios joven, del dios de la vegetación, sufriente y efímero, que muere para luego resucitar. Detengámonos a examinar los misterios básicos.

LA TRINIDAD. La única referencia trinitaria de los Evangelios la podemos encontrar en Mateo 28,19: “Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Tampoco es nada extraño si tenemos en cuenta que dicho Evangelio fue escrito aproximadamente sobre el año 90 en Egipto y que fueron las comunidades cristianas de Oriente las que lo impulsaron y defendieron de la mano de los primeros apologistas cristianos, fundamentalmente, de Tertuliano quienes difundieron e impulsaron definitivamente el dogma de la Santísima Trinidad.

Pero como siempre, el cristianismo no ha aportado innovación religiosa original alguna. La religión cristiana nunca ha sido una religión monoteísta al modo de la judía o la islámica. Muy por el contrario, ha sido una de las religiones mas politeístas de la historia, ha preservado y conservado las divinidades locales bajo el manto de las advocaciones, ha impulsado por doquier el culto a los santos o dioses menores y en esta cuestión no iba a ser menos.

La estructura teológica trinitaria tiene la ventaja de reproducir los ciclos de la naturaleza mediante el mecanismo de la asociación de los elementos naturales como personificaciones divinas. La Tierra, los Celos, las Aguas, el Sol. la Luna, el Día, la Noche, la Lluvia, las Plantas, los Animales, el Viento, el Fuego... todos estos elementos, que tan directa incidencia tienen en la vida cotidiana, fueron divinizados, sometidos a la acción de distintos entes creadores.

Egipto, como venía diciendo, ha sido pródigo en la formulación de cosmogonías trinitarias. Desde la cosmogonía de la era menfita (3.000 a 1.500 a.c.) que Incluía al Ptah, Dios Padre y Creador del mundo por medio de su corazón y de su lengua, a Sekhmet, esposa de Ptah y a Nefertum, el hijo de ambos, hasta la tríada tebana del Imperio Medio, compuesta por Amón, su consorte Mut y du hijo Khons y, finalmente, la tríada osiríaca compuesta por Osiris, Isis (esposa) y Horus (Hijo), por no hablar de otras muchas mas tríadas como Geb, Nut y Neftis, Knef, Fre y Ftah, etc

Curiosamente, las cosmogonías egipcias son familiares y reproducen indefectiblemente el esquema padre-madre-hijo. La trinidad católica, por su parte, expulsa a la diosa madre de uno de los vértices trinitarios. Oficialmente, el culto católico a la diosa madre es subsidiario con respecto al que corresponde a las divinidades centrales aunque, no obstante, encuentra su espacio propio a la hora de integrarse en trinidades autónomas y subalternas, tal y como sucedería con “La Sagrada Familia”

LA DIOSA MADRE VIRGEN: Si ha habido una obsesión que siempre ha rondado a los pueblos antiguos, esta ha sido la de la fertilidad. Mientras la fecundidad ha sido siempre interpretada como una prueba de amistad de los dioses, su contrario, la esterilidad, ha provocado en los hombres mas bien un profundo espanto y consternación. Los pueblos mas antiguos acabaron atribuyendo a la fecundidad un valor mágico que podía inducirse mediante el contacto con ciertos objetos. En Asia Oriental fue común el culto a las piedras por sus propiedades fecundantes, entre las tribus tártaras, en la India y en América se atribuyeron esas mismas propiedades mágicas a las aguas. También se le han adjudicado atributos fertilizantes a las plantas, a las lluvias y a los vientos y, finalmente, a los rayos del sol. La mitología comparada se encuentra repleta de sucesos milagrosos acaecidos por la intervención de los distintos agentes de la naturaleza. El pensamiento analógico, propio de las comunidades primitivas, confirió propiedades fecundantes, también para las mujeres, a esos mismos agentes que hacían a la naturaleza fructífera, rica y copiosa.

La teogamia cristiana la podríamos inscribir en el grupo de las teogamias solares. La analogía de la que se vale la Iglesia Católica para explicar la fecundación de María la Virgen, “la sustancia divina penetró en ella del mismo modo que un rayo de luz atraviesa el cristal de un espejo”, es propiamente solar. Entre los antiguos hindúes, la novia debía mirar el sol en la ceremonia del matrimonio, y esta exposición a sus rayos se llamaba precisamente el rito de la concepción. El linaje de los antiguos emperadores chinos se remitía a la concepción virginal de sus antepasados, necesaria para serles atribuido el rango de hijos del cielo. Por otra parte, la virginidad de la madre del dios interviene en todos los sistemas mitológicos como la base misma en la que se funda la filiación divina de los dioses.. El “Lalita-Vistara” afirma, a propósito de Buda, que ninguna otra mujer , mas que una virgen, era digna de llevar al primero de los hombres (curiosamente fueron exactamente las mismas palabras que utilizaría San Jerónimo contra Helvidio en relación a la virginidad de María). Según esta leyenda, el Bodhisatva descendió de la magnífica morada del Torchita, conservando la memoria y la sabiduría, y penetró en el vientre de su madre por el costado derecho bajo la forma de un pequeño elefante blanco con seis colmillos y la cabeza de color cochinilla. Los lugares de la penetración de la sustancia divina fecundante así como de su nacimiento de las vírgenes madres de los dioses varían, evitándose la vía genital en cualquier caso: el gran Yu salió a través del pecho de su madre, Sié por la espalda y Heu-tsí por la vía normal, aunque permaneciendo esta cerrada. San Agustín, San Efrem, Agobardo y el breviario de los Maronitas sostenían que la Virgen María había concebido a través de una de sus orejas.

LAS CONMEMORACIONES DE LA PASIÓN (LA SEMANA SANTA): A que no sabías que la Semana Santa ya la celebraban, antes que los cristianos, los paganos de los primeros siglos de nuestra era? Tenían otro nombre, DENDROFORÍA, y la practicaban los devotos del culto frigio al dios Attis (Dios de la vegetación) y a la diosa Cibeles (“Magna Mater” . Las dendroforía tenían lugar durante el equinoccio de primavera, entre el 15 y el 28 de marzo. Durante esos días se celebraba el sacrificio, muerte y resurrección de Attis, un ciclo característico de las divinidades mistéricas orientales (egipcias, persas, sirias, frigias, etc) como Osiris, Mitra, etc.

El día equivalente al Domingo de Ramos se llamaba Canna intrat.. Se iniciaba con un desfile desde el Palatino de los componentes de las principales cofradías destinadas al culto del Dios Attis, los canéforos (portadores de cañas) y dendróforos (portadores de ramas) Representación de la Pasión entonando cánticos conmemorativos de la historia de Attis, cánticos que encendían los ánimos de los seguidores, lo que nos hace recordar nuestras famosas saetas.

El 16 Marzo tenían lugar las Nesteia, un día de abstinencia de pan y vino, de pescado y de carne de ave, acompañado de la meditación sobre el dolor de la Madre ¿no nos recuerda parecido al actual Viernes de Dolores?..

La procesión del 22 Marzo se llamaba Arbor intrat, consistía en una Procesión en la que se sacaba el Pino Sagrado (sustituido mas tarde por la Cruz, aunque la cruz es también un símbolo que significa larga vida, como la cruz egipcia,) adornado con cintas color magenta, violetas e imágenes de Cibeles y Atis.

Al día siguiente, el 23 Marzo se celebraba el Dies Maeroris, día de luto y duelo por la caída del Joven Attis, acompañado por alaridos y golpes de timbal.. Siguiendo la tradición de la Grecia Antigua, los Sacerdotes de Marte, los Salios, desfilaban al ritmo de sus trompetas sagradas y saltaban haciendo entrechocar sus escudos ceremoniales. ¿No nos recuerdan los Romanos de las procesiones? Seguida por una gran procesión de Coribantes.

El equivalente a nuestro Viernes Santo se celebraba el 24 Marzo y se llamaba Dies Sanguinis. El Archigalli (Sumo Sacerdote) danza frenéticamente en torno al Pino Sagrado y al ritmo de los címbalos se flagela con un látigo de cuero guarnecido con pequeños huesos hasta desgarrarse la piel. Los fieles lo imitan al ritmo de un son ensordecedor: se golpean el pecho con piñas, y como ofrenda derraman su sangre en el Árbol Sagrado emanada de los cortes que se infligen en brazos y manos. Los Galli o Coribantes aprovechan esta ocasión para tomar los votos, castrándose con piedras de pedernal y ofreciendo su sangre a la diosa Cibeles. Se conmemora la aflicción de Attis, esposo y a su vez hijo de Cibeles, que se emasculó en acto de sacrificio.

El Domingo de Resurrección se celebraba el 25 Marzo y se llamaba Hilaria, fiesta de regocijo y alegría en honor a Attis, muerto como hombre y renacido esplendorosamente en el tercer día como una mujer, nueva hija de la Divina Madre Cibeles.

El ciclo nacimiento-muerte-resurrección se ha cumplido. Las religiones orientales y mediterráneas celebran los ciclos de la vegetación y sus mitologías personifican la Tierra fértil en una diosa femenina (Cibeles, Astarté, Isis, La Virgen María...) Y la vegetación en el hijo y a su vez el amante de esa Diosa (Attis, Osiris, Mitra, ). Los dioses paganos son necesariamente dioses incestuosos al recoger esa doble relación Tierra-Vegetación donde esta es agente fecundante y a su vez agente fecundado. El cristianismo intenta a toda costa sortear ese incesto acudiendo al dogma de la Santísima Trinidad , pero, por lo demás, no se puede negar su origen mistérico.


LOS MISTERIOS: Curiosamente no es difícil toparse con datos antropológicos de este género en estudios históricos sobre el origen de las Fiestas Navideñas. Aquí los datos arrojados por la mitología comparada son arrolladores: el Mazdeísmo centrado no en su divinidad principal, Ahura Mazda, sino en Mitra, el nacimiento de Horus como la personificación del Sol Naciente, Adonis, Tammuz, Krisna, todos nacidos el 25 de diciembre coincidiendo con el solsticio de invierno. En cambio, los datos que encuentras en los estudios históricos convencionales sobre el origen de la Semana Santa no suelen ir mas allá de la mera historiografía formal: al siglo XVI, a la potenciación del culto a las imágenes como consecuencia de la Contrarreforma, al espíritu del barroco, al origen gremial de las cofradías etc . Encontré estos datos en el artículo de Jaime Alvar sobre los cultos frigios contenido en el libro “Cristianismo Primitivo y Religiones Mistéricas” (pp. 453-477 ed. Cátedra, Madrid, 1995).

En todo caso, el problema con el que nos encontramos a la hora de acceder a los datos sobre los cultos contemporáneos al cristianismo en la Roma Imperial de los primeros siglos es que tras el apogeo del cristianismo y sobre todo tras la época del Teodosio donde todos los cultos paganos son prohibidos es que no tenemos referencias directas, tan solo las que nos dejaron las crónicas de los apologistas cristianos, algunas incluso, en tono burlón, como la crónica que nos presenta Lactancio sobre las ceremonias de la Inventio Osidiris, donde el duelo se transforma en alegría porque Osiris aparece de nuevo. “Nunca se busca suficientemente a Osiris, pues siempre lo pierden, siempre lo vuelven a encontrar” Del mismo modo, se podría decir, en relación a las escenificaciones anuales de la Pasión, que “nunca resucita del todo Jesucristo, pues siempre se muere y siempre vuelve a resucitar”

En todo caso, no siempre podemos buscar una línea de transmisión de contenidos y cultos religiosos. Sabemos que los sacramentos cristianos funcionaban como rituales de iniciación a los distintos cultos mistéricos. Los mitraistas tenían un Dios análogo u homólogo a Jesucristo, Mitra, que nació de una Virgen hizo milagros, murió por el perdón de los pecados y resucitó al tercer día. Según nos informa Frazer en “la Rama Dorada” el lugar Belén estaba situado en el bosque de Adonis, significando Bethlehem “La Casa del Pan”, un nombre muy apropiado para un Dios de la Vegetación. La Madre de Attis fue Nana, una virgen, que le concibió al poner una almendra o una granada bajo su regazo. La práctica de la Eucaristía y de la Confirmación entre los paganos era interpretada por los primeros cristianos como obra de Satanás, como un plagio de sus propios rituales, etc. Los mitraistas confirmaban a sus iniciados atribuyéndoles la categoría de “Miles” (soldados) marcándoles un signo en la frente con un hierro incandescente. Puede ser que el mitraísmo podría llegar a haberse impuesto como religión oficial, su problema fue su carácter sectario, que hizo que este culto estuviera destinado exclusivamente a hombres, excluyendo a la otra mitad de la población.

Pero lo mas interesante de todo es que, al otro lado del Atlántico, los Aztecas practicaban la Eucaristía y estaban muy familiarizados con la doctrina de la Transubstanciación. Con masa de maíz hacían la figura del Dios Vitziliputzli, la consagraban los sacerdotes y, según relata Acosta los repartían y los dában a modo de comunión a todo el pueblo, quienes con emoción gritaban que comían la carne y los huesos de Dios. El relato de la concepción de Quetzalcoalt es también bastante sugerente. El Dios Cibaltonac (estrella brillante) envió un mensajero celeste a la virgen Chimalman para anunciarle que quería que ella concibiese de un modo milagroso.. Chimalman dio a luz a Quetzalcoalt, que luego sería adorado como un Dios del aire.

El Padre Giorgi, orientalista de la orden de los Agustinos, escribía en el siglo XVIII, a propósito de su estancia en el Tíbet:

“Cuando observé que este pueblo ya poseía un dios bajado del cielo (Budha), nacido de una virgen de familia real, y muerto para redimir el género humano, mi alma se turbó y permanecí muy confuso. Puedo añadir que los tibetanos contestaron los ofrecimientos de los misioneros, diciendo: ¿para qué nos vamos a convertir al cristianismo? Si ya tenemos unas creencias idénticas a las vuestras y que además son mucho mas antiguas”

3 comentarios

MARTHA ISABEL -

Gracias por publicar estos documentos.
Gracias a Pepe Rodriguez por su libro "Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica".
Nunca es tarde para renunciar a la mentira y comenzar con el paganismo. En medio del s. XXI.

centurion romano -

Dice usted:
...retomar la paideia griega de Cristo, separando de nuestra fe el Antiguo Testamento...
En mi vida tropecé con ignorante supino de tal magnitud pues precisamente la apolegética del NT se basa en el AT.
Pablo, judio que les dio un buen repaso a los griegos, no conocía el NT sino que se basó en el AT, como cualquier cristiano de pro que se precie.
Los griegos bebieron de Basbilonia la Grande y así les fue (y les va).
Es usted un iluso con pocas luces.

Rodolfo Plata -

LA PAIDEIA GRIEGA DE CRISTO: La semana santa es tiempo de recogimiento, meditación, ejercicios espirituales y rectificación: La paideia griega tenía como propósito educar a la juventud en la virtud (desarrollo de la espiritualidad) y la sabiduría (cuidado de la verdad), mediante la práctica continua de ejercicios espirituales (cultivo de sí), a fin de prevenir y curar las enfermedades del alma. El educador, utilizando el discurso filosófico y la discusión de casos y ejemplos prácticos, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos) __La vida, ejemplo y enseñanzas de Cristo coincide cien por ciento con el currículo y objetivo de la filosofía griega. Y por su autentico valor pedagógico, el apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo (posteriormente enriquecida por San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría, con el currículo y la metodología de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,), a fin de alcanzar la trascendencia humana (patente en Cristo) y la sociedad perfecta (Reino de Dios). Meta que no se ha logrado debido que la teología judeo cristiana fruto de la unión de la paideia de Cristo con Antiguo Testamento, al apartar la fe de la razón, castra mentalmente a sus seguidores extraviándolos hacia la ecumene abrahámica que conduce al precipicio de la perdición eterna (muerte espiritual)__ Es tiempo de rectificar y retomar la paideia griega de Cristo, separando de nuestra fe el Antiguo Testamento y su teología fantástica que han impedido a los pueblos cristianos alcanzar la supra humanidad. Pierre Hadot: Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua. Editorial Siruela. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD